miércoles, 6 de junio de 2012

Bienvenidos al tren.


Con una mano en el bolsillo, estoy en bancarrota pero estoy feliz. No tengo mucho pero soy amable. Siempre ando contando las monedas pero estoy saludable. Estoy elevada pero en la tierra. Estoy cuerda pero abrumada. Estoy perdida pero esperanzada. A lo que se reduce todo es que  va a estar bien, bien y bien. Tengo una mano en mi bolsillo, la otra está dando un cinco alto. Me siento ebria pero estoy sobria. Soy jóven y me pagan mal. Estoy cansada pero trabajo. Me preocupo pero estoy agitada. Estoy acá pero en realidad ya me fui hace rato. Estoy equivocada y pido perdón, mi amor. A lo que se reduce todo es a que todo va a estar más que bien. Tengo una mano en mi bolsillo y la otra está moviendo un cigarrillo. A lo que se reduce todo es a ¿Será que no entendí nada aún? Tengo una mano en mi bolsillo, la otra está haciendo el signo de paz. Estoy libre pero enfocada buscando lo que quiero. Estoy pálida pero soy sensata. Soy dura pero amigable. Todavía estoy triste pero siempre sonriendo. Soy valiente pero cobarde. Estoy enferma pero soy bonita(?) A lo que se reduce todo es a ¿Será que no entendí nada aún? Tengo una mano en mi bolsillo y la otra está tocando el piano. A lo que se reduce todo es a que todo va a estar bien, bien, bien y bien. Y eso me está haciendo muy feliz. Además tengo una mano en el bolsillo y la otra está llamando a un taxi. Por eso yo ahora mismo, me voy y me voy y me voy.


(Ah, si. Ahora estoy en estos lares llenando cabezas de hermosos interrogantes y dudas existencias por las que van a querer colgarme de los tobillos en la torre Eiffel. Saluditos, besitos y mordisquitos.)

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